Tacoma, WA

Todos los días que nos encontramos con sus familiares y amigos de los individuos detenidos en inmigración centros de detención en todo el país. Mientras que siempre hacemos nuestro mejor esfuerzo para ayudar a estas personas de cualquier manera posible, no muchas veces hay nada que pueda hacerse. Tal es el caso de Ramón Mendoza Pascual, quien actualmente está detenido en el centro de detención del noroeste en Tacoma, WA. Habiendo entrado en los Estados Unidos ilegalmente hace 20 años para buscar una vida mejor, Sr. Mendoza tenía todo pero integrado en nuestra sociedad cuando fue arrestado en septiembre pasado por conducir bajo la influencia. Casado con tres hijos, todos los cuales son ciudadanos de Estados Unidos, Sr. Mendoza estaba a punto de entrar en nuestro sistema de inmigración fragmentada. Mientras que estos cargos fueron retirados, había sido encarcelado por un DUI en 2007 que es en definitiva lo que lo llevó a custodia de ICE.

Sr. Mendoza fue considerado un “peligro para la comunidad” por un juez de inmigración y se le negó la fianza. Presidente Obama ha dicho que las deportaciones deben centrarse en los criminales y no romper las familias. ¿Familia de un individuo en qué punto lazos superan su ‘peligro para la sociedad’? Claro, Sr. Mendoza puede ser considerado un peligro para la sociedad como él puede conducir bajo la influencia y herir a alguien mientras lo hace. Pero debe esto realmente restringir al Sr. Mendoza la oportunidad de pagar una fianza de inmigración. ¿No sería más sensato para permitirle fianza que podrá seguir vivo con su familia mientras él pelea su caso de deportación? ¿Por qué retenerlo indefinidamente mientras que los contribuyentes estadounidenses lleva la carga del gasto sólo porque no es un ciudadano? ¿El hecho de que no es ciudadano de los Estados Unidos hace más de un peligro para la sociedad? No sería más razonable que el Sr. Mendoza sea liberado bajo una fianza de inmigración que permita aliviar el riesgo de deportación.

El Sr. Mendoza ha sido el tema de la huelga de hambre, quejándose sobre el tamaño y la calidad de las comidas servidas en el centro de detención del noroeste en Tacoma, WA. En lo que parece un castigo por esto, el Sr. Mendoza y 19 otros reclusos fueron trasladados a confinamiento solitario. La mayoría ha sido devueltos a la población en general pero el Sr. Mendoza permanece en solitario como funcionarios de ICE creen que puede intentar intimidar a otros detenidos a unirse a la huelga de hambre.

Muchas personas están en situaciones similares pasando tiempo en centros de detención de ICE en los Estados Unidos. Muchos, como el Sr. Mendoza, han vivido aquí más de su vida adulta y son más una parte de nuestra sociedad que la sociedad de donde en definitiva puede ser enviados. La pregunta es, ¿Qué es lo que van a hacer nuestros legisladores sobre esto? Es más que obvio que se necesita urgentemente una reforma migratoria integral, pero ¿cómo vamos a llegar allí si nuestro gobierno no resuelve estas cuestiones?